A continuación, cada jugador acusa a otro jugador que considera encaja mejor con la descripción de la carta. Las acusaciones pueden basarse en rasgos de personalidad, historias pasadas o realmente cualquier cosa. Mientras puedas argumentar tu punto, es un juego limpio.
El juez considera todas las acusaciones y toma la decisión final sobre quién debe ser etiquetado con dicha carta, entregándole la misma al jugador seleccionado.
Los jugadores que reciban 7 cartas pierden…con lo que este no es un juego con ganadores, aquí siempre se pierde.
¡Ahora en versión más chilena que los porotos!
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